British Summer School, acreditados por el British Council, ofrece 6 programas innovadores, inspiradores y de gran peso académico. Van dirigidos a estudiantes internacionales de entre 6 y 20 años que no solo buscan perfeccionar su nivel de inglés durante el verano, sino también, desarrollar habilidades sociales y personales necesarias para desenvolverse con soltura en el siglo XXI.
Los 6 programas se llevan a cabo en 4 prestigiosos internados de Inglaterra y son semi-intensivos, ofreciendo entre 17½ y 25 horas de clase por semana, dependiendo del curso.
Estos programas, además de mejorar las habilidades en inglés, cuentan con un programa de estudio variado y progresivo basado en el marco de referencia de las habilidades necesarias para desenvolverse en el siglo XXI, centrándose específicamente en el desarrollo de las 4Cs: colaboración, creatividad, pensamiento crítico y comunicación.
British Summer School ofrece un amplio programa recreativo que incluye una variada selección de deportes y actividades distintos para cada día, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de probar actividades nuevas. Si los estudiantes prefieren centrarse en un deporte específico durante toda la semana, pueden elegir una Pro-Opción: Equitación, Fútbol, Golf, Hip Hop Dance, Música, Natación o Tenis dependiendo del curso.
Para los que deseen obtener una cualificación oficial de inglés, se ofrece preparación a varios exámenes de Cambridge: B1 Preliminary (PET), B2 First (FCE) y C1 Advanced (CAE) y el IELTS, y los alumnos realizan el examen durante su estancia.
Todos los cursos cuentan con un programa especial True Me durante el cual los estudiantes participan en una serie de juegos, actividades y desafíos divertidos e interactivos, diseñados con el fin de reforzar su confianza en sí mismos y autenticidad. Esto les ayuda a construir relaciones personales más sinceras y positivas en su futuro.
En cada programa se admiten entre 60 y 100 estudiantes máximo por semana, dependiendo del curso, por lo cual British Summer School garantiza una experiencia familiar, personalizada y casi exclusiva.
La escuela controla el máximo número de hablantes del mismo idioma por semana, priorizando la mezcla de nacionalidades. La mayoría de los alumnos vienen de manera individual, lo que facilita su integración con los demás.